jueves, 20 de septiembre de 2012

Lolita Old School, ¿Nostalgias de una generación?

Últimamente hemos sido espectadores y partícipes en redes sociales como tumblr y facebook de cierto culto al Old School en el Lolita. Una especie de grunge dentro de nuestra moda, con la añoranza de los '80 y '90, es decir, sus inicios; vestidos de un solo color con bordados, broderie, bolillo, e incluso macramé, en pomposos OP con calcetas largas, lisas y con acabados de cintas y encajes. Zapatos con plataforma o carentes de lazos y detalles, el coming back del tartan y la combinación negro y blanco, dando la sensación de una etapa ya pasada en la moda lolita, a veces más marcado en Occidente que en el propio territorio Nipón. 


¿Es posible hoy luego de una década (¡o más!) hablar de una generación de Lolita, al menos en nuestro país? 

Con la cantidad de comunidades y foros que se han ido creando con los años en Chile, el cambio ha sido más bien radical, considerando que el Old School (en su momento, el lolita por definición) se mantuvo por mucho tiempo, hasta la llegada de otras tendencias más llamativas de esta moda, tales como el classic, el bittersweet y el OTT, todas relacionadas con la liberación por llamarlo de algún modo, de la paleta cromática con la que usualmente se vestía, además de sus accesorios y los prints. 

 Depende pues, bastante del carácter y del tipo de relación que cada una tenga con esta moda en particular. Hablando ahora sin generalizar y desde mi experiencia, me llamó mucho la atención este tema porque demarca una especie de hito en la historia local (u Occidental si se quiere) del lolita; cuando comienzo a ver imágenes de la Gothic & Lolita Bible de chicas vistiendo Old School siento como si estas piezas debieran pertenecer al museo. Y mi reflexión es la siguiente: todo lo que permanece en exposición, como los museos, es porque ha dejado de existir, hoy es motivo de recuerdos, fotografías, de eventualidad y anécdota. Entonces pienso ¡wow, cómo hemos cambiado! y me pregunto ¿luego qué vendrá? ¿habrán cosas más atrevidas que vestir de colores, con animales de felpa en la cabeza, o usando patrones de pinturas como JetJ? 

lunes, 3 de septiembre de 2012

Big Girls Don't Cry, lo nuevo de Paulo Mendez

El día martes 28 de Agosto se realizó en el marco del evento Santiago D Moda 2012, el desfile del joven diseñador chileno Paulo Mendez Soto, quien presentó su línea "Big Girls Don't Cry", con vestidos y piezas de alta costura, inspirados en prendas infantiles femeninas, tanto en colores como en estilo. 


Se preguntarán ¿bueno, y qué relación tiene este desfile con el lolita?. Big Girls Don't Cry retrata básicamente la necesidad de la mujer hoy por sentirse joven y divertida, reencontrándose con aquella niña interior que llevamos a diario a nuestros trabajos, a nuestros estudios, a nuestro hogar. Este concepto es bien conocido por nosotras las lolitas, quienes a pesar de los estándares sociales y los códigos de vestimenta que lideran el mercado de la ropa, seguimos nuestras propias reglas y rescatamos esta necesidad para liberarnos y ser jóvenes por más tiempo.  

La joven asistente y colaboradora de Paulo es Javiera Vidal, a.k.a Loli Miwako, una lolita de nuestra  Comunidad Chilena quien invitó en convocatoria abierta junto a Paulo a todas las lolitas de nuestro país que quisieran participar como público de este desfile, en primera fila. Como representantes de esta comunidad, asistimos cuatro chicas: Tink_Queen, Patty, Paula y quien les escribe. 

Altas modelos vistiendo faldas y cortos vestidos, cardigans y  accesorios de BTSSB, Angelic Pretty y Metamorphose en joyería y sombrillas, además de bolsos y carteras con divertidas formas de corazón y estrellas, tazones con forma de helado, gorros con orejas de oso, cintillos con pasteles y bows, fue de verdad un deleite para todas las lolitas asistentes. 

Si bien básicamente los vestidos carecían de prints de pasteles o animales propios del lolita, o no habían zapatos con plataformas ni lazos, el sentido de este desfile quedó marcado en nuestra memoria, no sólo por la admiración de éste trabajo, sino  también por el sentimiento de gratitud hacia éste diseñador y su joven colaboradora, quienes nos otorgaron un espacio para sentirnos bellas y observadas, pero esta vez a diferencia de la calle, fuimos miradas con respeto y admiración. Muchas gracias Paulo y Loli, y ¡felicidades por tan hermoso show!